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Las vivencias de Omar me sorprendieron por la sencillez con la que están escritas y por lo interesantes que son. Su historia es hermosa, dura a veces, conmovedora; en fin, es un abanico de colores, así como lo es la vida. Me dolió, pero después me curó. No es fantasía, es un relato profundamente humano, sin adornos, sin pretenciones de ubicarse en una cúspide literaria. El legado de Trujillo está escrito con honestidad y pasión. La motivación de su autor es comunicar que sí podemos ser más humanos.
Giovanna Mier y Teran